"¿Acaso estabas pensando en la posibilidad de susurrar en voz baja a la oreja del mundo sordo que te rodea? No, amigo mío, debes gritar. Grita desde tu corazón lo que has visto y hazlo lo más fuerte que puedas." K. Wilber

lunes, 31 de agosto de 2009

¿Y mientras tanto?


Oímos y leemos que nuestra verdadera esencia es infinita, libre, incondicionada, eterna. Pero seguimos identificados con la forma limitada, de nuestro cuerpo, nuestro ego, nuestro pasado. ¿Qué podemos hacer mientras no nos damos cuenta?
Ekhart Tolle enseña que podemos aceptar lo que es, lo que se nos presenta, dándole espaciosidad, el espacio para que sea, permitiéndole ser. Si combatimos la inconciencia, nos volvemos más inconcientes. Sólo debemos ver y aceptar. Primero porque es futil resistirnos a lo que es, puesto que es. Segundo, porque si sólo vemos los eventos que surgen en el campo del ahora, en vez de sólo quedarnos con el ahora, reaccionamos a dichos eventos identificándonos o rechazándolos. Al decir “no” al ahora, reaccionamos. Al decir “sí” al ahora, respondemos a lo que se nos presenta.
Mientras tanto, entonces, hagamos “como si”. Hagamos como si no hubiera pasado ni futuro, sólo un presente sin tiempo. O al menos digamos que son periféricos a quien realmente somos.
Lo maravilloso es que cuando vemos lo que es y lo aceptamos, hasta el mundo de la forma cambia. La quietud interior fluye hacia el mundo de la forma y lo hace más benigno, más suave, lo transmuta.
Es importante abandonar de una vez por todas la búsqueda de un estado de perfección, ya que la búsqueda no hace más que alejarnos del ahora, proyectándonos a un futuro imaginado.
¡Cada instante es un nuevo AHORA, una nueva oportunidad de entrar en el presente!

jueves, 27 de agosto de 2009

Sólo falta uno


Cierta vez durante el invierno, se encontraba una paloma posada en la rama de un pino, viendo cómo nevaba copiosamente. Ella observaba que los copos de nieve se iban acumulando sobre otra rama, y como hacía frío y no tenía otra cosa que hacer, se puso a contarlos. Iba por el 4835, 4836 cuando de repente…. ¡CRAC!, del peso acumulado la rama se partió y cayó. “¡Ah!”, pensó para sí “¡Tal vez falte sólo un hombre para que haya paz en el mundo!”
Esta historia que leí hace más de veinte años, es una de las más inspiradoras en mi vida, y la recuerdo con frecuencia. Todo lo que hagamos, por más pequeño que sea, suma. En los grupos de meditación me oyen repetir a menudo la frase de la tradición budista que reza “El cántaro se llena incluso con el agua que cae gota a gota”. Puede parecer poco una gota, pero algún día ese cántaro rebasará.
En nosotros, cada gesto, cada acto, cada intención también van aclarando nuestra visión de las cosas, y hacen cada vez más posibles los atisbos del Ser, de Aquello que es, sin distorsiones ni limitaciones ni condicionamientos.
Siempre recuerdo también cómo me impactó un cartelito que leí en un tren mientras viajaba por Italia: “Un mundo donde tan sólo un hombre sufre menos, es un mundo mejor”.
¡Tal vez seamos nosotros el único que falta!

miércoles, 26 de agosto de 2009

Aquí y ahora


La meditación es ser en el aquí y ahora. Soltar el pasado. Soltar el futuro. Imaginar que caemos, y que todo aquello a lo que nos vamos aferrando, se cae con nosotros. Soltarlo todo. Si dejamos atrás la mente, somos capaces de practicar la presencia, un estado de constante conciencia, aprecio, agradecimiento y felicidad, aplicado a la vida diaria. Erich Fromm decía que hay gente que pasa por la vida sin haber nacido nunca. Nacer en el sentido de estar despierto, no dar nada por sentado, ver cada situación como nueva y llena de oportunidades. Así, despertamos al momento presente, al aquí y al ahora, y de cualquier situación corriente, extraemos todo lo que se puede aprender y apreciar. Nos volvemos verdaderamente abundantes, plenos y concientes. Hace poco escuché una canción que decía “Cree que este momento es posible”. ¡Me encantó esa frase! Una suerte de koan zen. “¿Cómo no voy a creer que este momento es posible si está siendo?”, dice nuestra mente. Pero ¿para quién está siendo este momento? No para nosotros, mientras nos lo perdamos vagando por el pasado y el futuro, mientras permitamos que nuestros juicios, experiencias previas y conceptos, nos separen como una infranqueable barrera del ahora. Si hay mente, no hay ahora. Si hay ahora, no hay mente. Estamos meditando.

martes, 25 de agosto de 2009

¿Con o sin esfuerzo?


Al andar por la senda espiritual, a menudo nos preguntamos si debemos dejar fluir las cosas tal cual transcurren, y como enseñan algunos maestros y guías, aprender a aceptar el devenir sin resistencias, sin procurar detener los momentos de placer ni eliminar los momentos de dolor, sino simplemente observando, viviendo todo con total aceptación. Para ello hace falta entregarse y confiar en la fuerza de vida que en su curso, nos va llevando por las distintas experiencias que responden a un sentido profundo y a menudo insondable para nosotros.
Por otro lado, en muchas personas surge la necesidad del esfuerzo, del trabajo conciente por llegar a la meta espiritual, del salirse de nuestra condición natural usando las riendas de nuestra voluntad para encausar a nuestro cuerpo que se resiste a la disciplina, a nuestra mente que le escapa a la quietud, a nuestro ego que no quiere que le dejemos de prestar atención permanente.
En relación con este tema, siempre recuerdo ese cuento de Anthony de Mello en el que el discípulo pregunta al Maestro qué es lo que debe hacer para alcanzar la Iluminación, a lo que el Maestro responde: “Nada, no hay nada que puedas hacer que te conduzca a esa meta”. Pero el Maestro continuó diciendo “Sin embargo, debes actuar como si no supieras lo primero”.
Nada nos lleva a la realización, pero si no hacemos nada, tampoco la obtenemos. ¿Y entonces?
El darse cuenta no es el resultado de una suma de actos, pero los actos, la intención, el estar alertas, nos prepara para ese estado de conciencia. Así como cuando se aclara el cielo a la mañana, sabemos que pronto saldrá el sol, cuando surge la intención sincera de ver las cosas en su real naturaleza, más allá de sus apariencias, sabemos con certeza que ese Conocimiento llegará. ¡Que nos encuentre atentos!

viernes, 7 de agosto de 2009

Libros recomendados


Bibliografía sugerida

Meditación y mantras” Swami Vishnu Devananda
El Poder del Ahora” Eckhart Tolle
El Silencio habla” Eckhart Tolle
"Una Nueva Tierra" Eckhart Tolle
Amar lo que Es" Byron Katie
En las horas de meditación” Abhaya Chaitanya
Meditación y contemplación” Thomas Merton
Preceptos de Perfección” Enseñanzas de los discípulos de Ramakrishna
Bhakti Yoga, Sendero de Devoción” Swami Vivekananda
Gnana Yoga” Swami Vivekananda
Karma Yoga” Swami Vivekananda
Autobiografía de un Yogui” Paramahansa Yogananda y todos los de Self-Realization Fellowship
Concentración y Meditación” Christmas Humphreys
El Arte de la Oración” Textos de Teófano el Recluso
La Filocalia” de la oración de Jesús
La oración interior” Antología de autores espirituales
Visualización creativa” Shakti Gawain
Selecciones del Swami Vivekananda
El Evangelio de Sri Ramakrishna” Tomo I, II y III
La Conciencia sin Fronteras” Ken Wilber
El gran yogui Milarepa del Tibet” Evans Wentz
“¿Y tú qué sabes?” W. Arntz, B.Chasse, M. Vicente
Meditar para vivir” Martine Batchelor
Los caminos de la Meditación” Daniel Goleman
El pequeño libro de la respiración” Scott Shaw
Libro naranja – Meditaciones” Osho
Meditación semana a semana – 52 ejercicios de meditación para conseguir la paz interior y despertar la conciencia” David Fontana
Meditación, método y práctica” Swamis Bhavyananda…
 

martes, 4 de agosto de 2009

Hacelo conciente

HACELO CONCIENTE

Estamos habituados a proyectarnos permanentemente hacia el pasado y el futuro, perdiéndonos el presente, que es lo único real, comparado con la conceptualización que implica el pasado y el futuro. De ese modo, nos perdemos el darnos cuenta, la captación de valiosas comprensiones, que sólo la experiencia conciente del ahora nos puede dar. Esto nos limita, ya que estamos haciendo las cosas sólo parcialmente, con una parte de nuestro ser, ya que la otra está dispersa en cosas ajenas a lo que hacemos.
Para revertir esta tendencia a dispersarnos, hagamos conciente cada momento, viviéndolo plenamente, con la totalidad de nuestra atención. Al respirar, seamos concientes del aire que entra y sale de nuestros pulmones y de qué sentimos al respirar, a medida que la fuente vital de energía va impregnando cada rincón de nuestro cuerpo. Al reírnos, riámonos con ganas, con el estómago, con todo el cuerpo.
Y al meditar, hagámoslo con cuerpo, mente y corazón y alma.
Hace pocos días escuché esta frase que me impactó: “Cree que este momento es posible”. ¡Nos pasamos obviando lo obvio, este preciso instante!
Sobre este tema, recomiendo fervientemente leer “El Poder del Ahora” de Eckhart Tolle, una verdadera joya.
¡Nos vamos a dar cuenta de que el camino más largo que tenemos para recorrer es el que nos lleva a este momento!

El ojo mágico




EL OJO MÁGICO

Siempre comienzo los encuentros de introducción a la meditación mostrando un cuadrito que me regalaron hace años, y que pasó a ser uno de los objetos más ricos en cuanto a las posibilidades de facilitar nuevas comprensiones. A simple vista, vemos una serie de trazos sin lógica aparente, de distintas tonalidades y colores. Cuando pregunto a la gente qué ve, obtengo las respuestas más variadas: flores, plantas, tortugas, soldados, y la lista sigue. Este tipo de imagen se llama ojo mágico, porque cuando uno la enfoca de una determinada manera, ese aparente desorden se acomoda configurando distintas imágenes, en el caso de mi cuadro, son dos dinosaurios T-Rex y unas palmeras en el fondo. Lo interesante, es el paralelo de ese fenómeno visual con la realidad que nos rodea. Alguien dijo que la vida es como un tapiz al revés, vemos hilos desordenados, pero cuando lo giramos captamos el sentido de toda esa maraña.
Nadie nos puede dar la visión de la imagen subyacente, la tenemos que alcanzar nosotros mismos, siguiendo las pautas y sugerencias sobre qué tipo de mirada hay que adoptar para poder ver de otra manera la misma realidad. Para adquirir conocimiento espiritual, también contamos con los consejos y sugerencias de seres que ya lo han adquirido, y por lo tanto nos ayudan a evitar obstáculos y nos previenen sobre caminos sin salida, mostrándonos la solución del laberinto existencial. Hay gente que lo logra ver inmediatamente, y gente que no consigue hacerlo.
Inicialmente, alguien nos cuenta que esos chirimbolos esconden otro significado más profundo, En la espiritualidad, innumerables sabios de todos los tiempos nos enseñan que la realidad que captan nuestros sentidos y nuestra mente, no es la única, que si adoptamos otro enfoque, otra mirada, surge un nuevo sentido que da significado a todos esos trazos sin orden aparente.
¿Cómo lograr esa percepción más abarcativa y real? Intentándolo. Practicándolo. Cuando las ganas y el deseo se convierten en necesidad y generan en nosotros la determinación implacable por alcanzarla. Y no es cuestión de creer o no creer, sino de perseverar.
Cuando esa exploración nos lleva al descubrimiento, cuando llega la respuesta a nuestra pregunta, cuando la vida se nos muestra llena de sentido encontramos la justificación que corona todos los esfuerzos.